Gracias a Enrique Boix, nos llega este articulo recuperado del Facebook de Raices Enguerina y que aquí os dejo.
Ahí sigue, enhiesta y serena, quieta y muda la chimenea del Vapor. Ha pasado casi un siglo y medio desde que escupiera los primeros humos y ahí continúa. Perseverante, como el trabajador enguerino que se adapta a las circunstancias.Casi se diría que forma parte del paisaje desde siempre. Nos acompaña en el duelo, camino del Cementerio, y nos recuerda la futilidad de tantas cosas mundanas. Dos farolas espigadas han tomado el relevo de ese par de palmeras tristonas que se asoman en la foto sin data.Los telares callaron pero a los pies del solitario fumeral, los enguerinos siguen ganándose el pan de cada día, con su sudor y su esfuerzo, como hace siglo y medio, como hace 50 años, como ayer, como hoy, como mañana.
Desde aqui damos las gracias a Enrique Boix, por seguir trabajando en la hisstoria de nuestra querida Enguera.