miércoles, 11 de noviembre de 2015

Sombras que no cobijan.



 De nuevo Carlos Feurrieguel, no hace llegar un articulo de opinión desde las faldas del Macizo del Caroche, que al igual que todos los demás que se han publicado en este blog, no tiene desperdicio y dice así.


     Hacia abajo corre el agua. Es el mismo camino que en Chella sigue la estima por los árboles. Es un amor acuoso, líquido. Todo él parece haberse concentrado en la parte más honda del pueblo, junto a la fuente. Tiene esta tres caños que son tarjeta de presentación de la población ; nadie podría siquiera imaginarse ese lugar sin el abrazo de los árboles que plantaron hace generaciones quienes nos precedieron. Poderosos plataneros, bóveda verde y escalera a los cielos.