La Villa de Enguera junto a otros pueblos de Italia,Portugal,Hungria,Rumania,etc. participa en el proyecto denominado"Urbact II" para el desarrollo de áreas urbanas de baja densidad.Leer más......
La Villa de Enguera junto a otros pueblos de Italia,Portugal,Hungria,Rumania,etc. participa en el proyecto denominado"Urbact II" para el desarrollo de áreas urbanas de baja densidad.
Entraran en los proyectos las comidas y desplazamientos y gente de oficina , o vendra justo para ello.
ResponderEliminarEL URBANISMO EN ENGUERA
ResponderEliminarTexto integro de la colaboración publicada en el diario Levante, el sábado 24 de enero de 2008, con el título “SERÁ COSA DE DARSE PRISA”, en la sección “Punts de Vista” por el articulista de opinión Ximo Corts, sobre la situación actual del urbanismo de Enguera.
27 Enero 09
Días atrás hablaba de los negocios que llevan entre manos, con el cemento, los vertederos o las obras públicas, los diferentes clanes de la Campaña italiana. A raíz de estas alusiones en los Apeninos, hacía la siguiente broma: “Los titulares de prensa parecen líneas de pentagrama con las notas de la Suite italiana en que se ha convertido la política local”. Pues bien, esta suite se interpreta en muchas salas de conciertos. Miren, si no, el asunto de las canteras. Y no me refiero a las canteras del Valle del Infierno, a dos pasos de Les Baux de Provence, donde Dante emplaza el decorado de La Divina Comedia o Cocteau rodó El Testamento de Orfeo, una película bellísima. Hablo de las canteras de Montesa o Enguera. El Alcalde de esta segunda población, ponemos por caso, quiere abrir una en la zona de Benali (con el mismo proyecto que, presentado en 2007 por otra empresa, fue rechazado ves a saber porqué). Él y el concejal de Urbanismo han emitido una certificación –parece que falsamente y sin tener competencia para firmarla- asegurando que los terrenos donde se debería de instalar la cantera no están protegidos.
“¿Que cosa hay de particular en el asunto?”, se preguntaran ustedes. Muy sencillo: los técnicos municipales han contradicho al señor Arévalo y compañía; los terrenos objeto de disputa sí están protegidos. A los concejales de Enguera, parece que les crece la nariz, como a Pinocho. La certificación que no deberían de haber firmado se remite al nuevo P.G.O.U., que aún no está aprobado. Es más: su desarrollo –impugnado por la Abogacía del Estado, que alega múltiples irregularidades- ha sido suspendido cautelarmente por resolución del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana. Llegados a este punto, convendría hacer un poco de historia. Cuando el señor Santiago Arévalo ganó las elecciones, el año 1999, paralizó una modificación del P.G.O.U. pendiente de aprobación definitiva, acabada por el anterior equipo socialista, y encargó un nuevo estudio. Por lo que se ve, el nuevo estudio nunca le ha convencido al alcalde; ha cambiado dos o tres veces a los técnicos del equipo redactor. En definitiva, el edil lleva siete años estudiando la nueva planificación urbanística –diez, si tenemos presente que el plan aún vigente data del año 1986-. Y todas estas idas y venidas le pueden haber costado al contribuyente la cifra de 200.000 euros.
El equipo de gobierno pretexta que la conselleria aprobó en abril de 2007 –por motivos electoralistas, creen muchos- diversos P.G.O.U., entre ellos, el de Enguera. Ahora bien: aquella aprobación –y aquí tenemos otra mentira piadosa- no podía entrar en vigor mientras no fuera publicada en el D.O.C.V., cosa del todo imposible; las modificaciones del plan han recibido el informe desfavorable de la Confederación Hidrográfica del Júcar, por no garantizar agua suficiente para los P.A.I. previstos, y están, como ya se ha dicho, recurridas en los tribunales. No obstante, el señor Arévalo se presentó a las últimas elecciones dando por hecho que el nuevo P.G.O.U. ya tenía la aprobación definitiva. El desenlace de la historia ya lo conocemos: pese a los tejemanejes señalados, el PP obtuvo la mayoría absoluta en la capital de la Canal de Navarrés y, desde entonces, a los populares les han entrado las prisas para aplicar las especificaciones de un plan con una existencia, actualmente, meramente espectral. Pasándose la legalidad vigente por el arco triunfal, han ido aprobando diferentes proyectos que llevan camino de acabar con la Sierra de Enguera –y con todo el Macizo del Caroig, si les dejan.
El pleno municipal, con los votos socialistas en contra, ha autorizado los siguientes proyectos: la apertura de una cantera, la creación de un vertedero en Navalón, en un lugar de gran interés paisajístico; dos urbanizaciones en zona rústica; tres parques eólicos –que no cumplen los requerimientos preceptivos- en la zona de Salomón y Benalaz, calificada como un L.I.C., Lugar de Interés Comunitario, y pendiente de ser declarada por la Unión Europea como ZEPA, Zona de Especial Protección para las Aves (el paraje es un espacio protegido que en el futuro plan se destina a instalaciones de energías renovables); o la construcción de 300 viviendas en suelo industrial, en el solar de la antigua fábrica Piqueras y Marín (el P.A.I., adjudicado a Vidal, dueño de la conocida cadena de supermercados, prevé aumentos de edificabilidad y la eliminación de una chimenea industrial textil).
No, la Canal no es la Campaña. Pero sí ocurren episodios que ya conocen los habitantes de Poggiomarino, Casal di Principe o Pozzuoli. Será cosa de darse prisa, si queremos ver por última vez los parajes de la Sierra de Enguera. De aquí a unos años, es posible que no quede nada.
LEVANTE