De nuevo Carlos Feurrieguel, no hace llegar un articulo de opinión desde las faldas del Macizo del Caroche, que al igual que todos los demás que se han publicado en este blog, no tiene desperdicio y dice así.
Hacia abajo corre
el agua. Es el mismo camino que en Chella sigue la estima por los árboles. Es
un amor acuoso, líquido. Todo él parece haberse concentrado en la parte más
honda del pueblo, junto a la fuente. Tiene esta tres caños que son tarjeta de
presentación de la población ; nadie podría siquiera imaginarse ese lugar sin
el abrazo de los árboles que plantaron hace generaciones quienes nos
precedieron. Poderosos plataneros, bóveda verde y escalera a los cielos.