domingo, 6 de octubre de 2013

Articulo de opinión.

Por Pepe Palop. 


Mi habitual paseo me lleva hasta la rotonda de entrada a Enguera y todos los días me llama la atención , desagradablemente, ver que una escultura moderna , de nuestros tiempos, se vaya ocultando día a día por la vegetación que se plantó a sus pies. De ser un airoso monumento que  da la bienvenida con los "brazos" abiertos ( símbolo de la hospitalidad enguerina )  , y que nos hace pensar en hipotéticos danzantes festivos, a lo que podemos adivinar ,dado que ya está casi tapado por las crecidas plantas que tiene a su alrededor, sólo media un ligera observación para quien se quiera fijar y comprobar que quedaría mucho mejor trasplantando los arbustos y, si las arcas municipales lo permitieran, trasformar la rotonda en una bella fuente con luces y surtidores...Allí, los triunfos deportivos, se celebrarían como vienen marcando las aficiones en otros lugares. Mi sugerencia para quien corresponda tratando de hacer más bonito mi pueblo.